jueves, marzo 10, 2005

Un juego de Joaquín Vicente

Es fabuloso cuando uno termina avanzando a gatas por la calle y aunque sabe que se está ensuciando las uñas con el polvo del suelo, prefiere eso a caminar en dos piernas, con el riesgo de caerse de trompas.
En mi caso prefiero caminar como la especie que soy, no porque crea demasiado en Darwin, sino por mero valor.
Así que aquí está un ejemplo de los costalazos que me doy contra el suelo. Para mover a Joaquín Vicente hacia un extremo u otro de la pantalla y evitar así que se rompa la boca contra el asfalto, sólo mueva el mouse de un lado pa otro.
El Joaquín Vicente Borracho

viernes, marzo 04, 2005

¿Para qué escribir poesía?

Me encuentro a uno de esos amigos de borracheras, que sólo recuerdo porque luego me mandan emails preguntando cuándo unas echamos unas cheves de nuevo.
Me lo encuentro simplemente caminando por la calle.
-¿Te acuerdas que te la pasaste haciendo bromas a una teibolera? Dijiste que si te daban trabajo bailarías igual de bonito que ella
-¿En serio dije eso?
-Sí. No te subiste a bailar a la tarima nomás porque unos tipos sentados al otro extremo te daban mala espina.
-Siempre me dan mala espina los clientes de los tables. Incluso si yo soy uno de ellos.
-¿Y qué onda? ¿Todavía escribes poemas?
-No. Tengo más de un año que no escribo poemas.
-Pero sí Joaquín Vicente es un poeta... Lo decías a cada rato.
-Sí, bueno, carajo, ¿cómo rayos sabes todo eso?
-Es que no parabas de hablar.

El tipo me invitó al Bar Nuevo Parral. Llevaba un par de tarros cuando me volvió a preguntar por qué no escribía poesía. Yo qué sé. Es como una necesidad. Tienes comezón, hambre, ganas de ir al retrete o simplemente te sale un poema. De inmediato noté que no me entendió gran cosa. No me importaba que lo entendiera. No había nada que remediar.
regresé a mi cuarto ya en la madrugada. Escuché la risa de una mujer en la calle, y luego el murmullo de una voz de hombre. Dos personas que sí tienen razones para escribir un poema, pensé. Yo me puse la almohada sobre la cara y dormí hasta mediodía.