Mujeres y teléfonos
-No eres tan grandioso como te crees -me dijo ella mientras buscaba sus pantaletas bajo la cama.
-Lo sé, pero eso no importa. Te acabas de acostar conmigo.
-Lo hice porque estaba borracha. Una mujer borracha puede hacer lo que quiera.
Busqué el control remoto y pusé el Discovery Channel. Es un buen canal para distraerse.
-Hay cervezas en el refrigerador, mujer. Pero sólo toma una. Y si puedes, me traes una a mí.
-Mejor ya me voy. ¿Tienes teléfono? -y señalé una montaña de ropa. Escarbó un poco y puso el auricular en su oreja. Luego lo soltó.
-No tiene línea -replicó.
-Claro que no tiene línea. Ni siquiera está conectado. Pero es un aparato de los buenos.
Ella salió sin tomar la cerveza. Bostecé y terminé apagando el televisor. Era cómodo dormir un par de horas más, sin el timbre del teléfono. Algún día me animaré a contratar línea.
-Lo sé, pero eso no importa. Te acabas de acostar conmigo.
-Lo hice porque estaba borracha. Una mujer borracha puede hacer lo que quiera.
Busqué el control remoto y pusé el Discovery Channel. Es un buen canal para distraerse.
-Hay cervezas en el refrigerador, mujer. Pero sólo toma una. Y si puedes, me traes una a mí.
-Mejor ya me voy. ¿Tienes teléfono? -y señalé una montaña de ropa. Escarbó un poco y puso el auricular en su oreja. Luego lo soltó.
-No tiene línea -replicó.
-Claro que no tiene línea. Ni siquiera está conectado. Pero es un aparato de los buenos.
Ella salió sin tomar la cerveza. Bostecé y terminé apagando el televisor. Era cómodo dormir un par de horas más, sin el timbre del teléfono. Algún día me animaré a contratar línea.