miércoles, enero 05, 2005

Mis cumpleaños duran tres horas

No hay problema si es un lugar como el Fantasma de Villagrán, tan parecido a la cantina de paso Del Crepúsculo al Amanecer. Si me acompaña un amigo y un par de amigas. Si una de estas amigas me besa, llora, y está a punto de hacerme llorar también a mí. Me vale madre si el festejo dura tres horas y no hasta amanecer.
Y más sobrios que cualquier noche, por lo que el lugar nos parece de un entorno parco. Compramos una cubeta y mientras la Narradora Química cuenta con emoción que le soltó un par de golpes a otra mujer, la Poeta Poundiana dice que este es nuestro lugar. La canción, una de Radiohead.
En una noche así estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas. Puedo beber un trago de cerveza Indio, uno de Sol, y de inmediato propinar un beso a la boca de la poeta. No creo en los momentos mágicos, pero sí en los momentos ideales. He sobrevivido a todo esto y no sé cómo rayos, pero uno sigue saliendo de bajo las piedras.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿yo dije esooo?, ay wey, no manches, dije... mmmhhh, recuerdo ke me preguntaste por la nueva narradora e hice el comentario de golpes, sorry, andaba bien etílica, jojojo, pero lo de los golpes fue algo, poquito true, no todo ¿ehhh? Saludillos Joaquín Vicente. También me lo pasé chido con usté. La narradora química y también etílica.

9:20 p.m.  

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