El psicólogo y yo
Psicólogo: Dígame sus problemas.
Joaquín Vicente: No me gusta el mundo.
Psicólogo: Algo en particular que no le guste.
Joaquín Vicente: Todo.
Se escucha el paso del tren por la avenida Ruíz Cortines.
Psicólogo: Hábleme de alguien en especial.
Joaquín Vicente: ¿Puedo hablar de mujeres?
Psicólogo: Por supuesto. Pero sólo de una en una.
Joaquín Vicente: Será difícil. Me gustan todas.
Por fin se deja de escuchar el maldito tren. No sé cómo carajos se le ocurre a este matasanos mental poner su consultorio junto al paso del tren.
Psicólogo: Alguna mujer debe gustarle más que otra.
Joaquín Vicente: No me gusta hacer menos a nadie. Apoyo la igualdad.
Psicólogo: Vaya, entonces usted no es un machista.
Joaquín Vicente: Machista su madre.
Y me levanto del sofá. Intento imaginar que si fuera psicólogo traería a mi mujer a este consultorio y tendríamos sexo a un lado de los libros de Freud y Jung, y todas esas cosas que se supone que leen y nunca aplican en sus pacientes. Sí, si yo fuera psicólogo tendría mucho sexo.
Psicólogo: ¿Quiere factura?
Joaquín Vicente: No, gracias. Quiero irme. Y si se puede, sin pagar.
Psicólogo: Eso no es decente.
Joaquín Vicente: Nunca dije que lo fuera. Así me gusta.
Joaquín Vicente: No me gusta el mundo.
Psicólogo: Algo en particular que no le guste.
Joaquín Vicente: Todo.
Se escucha el paso del tren por la avenida Ruíz Cortines.
Psicólogo: Hábleme de alguien en especial.
Joaquín Vicente: ¿Puedo hablar de mujeres?
Psicólogo: Por supuesto. Pero sólo de una en una.
Joaquín Vicente: Será difícil. Me gustan todas.
Por fin se deja de escuchar el maldito tren. No sé cómo carajos se le ocurre a este matasanos mental poner su consultorio junto al paso del tren.
Psicólogo: Alguna mujer debe gustarle más que otra.
Joaquín Vicente: No me gusta hacer menos a nadie. Apoyo la igualdad.
Psicólogo: Vaya, entonces usted no es un machista.
Joaquín Vicente: Machista su madre.
Y me levanto del sofá. Intento imaginar que si fuera psicólogo traería a mi mujer a este consultorio y tendríamos sexo a un lado de los libros de Freud y Jung, y todas esas cosas que se supone que leen y nunca aplican en sus pacientes. Sí, si yo fuera psicólogo tendría mucho sexo.
Psicólogo: ¿Quiere factura?
Joaquín Vicente: No, gracias. Quiero irme. Y si se puede, sin pagar.
Psicólogo: Eso no es decente.
Joaquín Vicente: Nunca dije que lo fuera. Así me gusta.